Ir al contenido principal

Falsas espectativas

El día de ayer, el Presidente de la República dio unas declaraciones en las que aseguró que la guerrilla de las Farc pretenden engañar de nuevo a la comunidad internacional por medio de el intercambio humanitario.

"No vamos a permitir que las Farc quieran valerse de la generosidad nacional e internacional para buscar el acuerdo humanitario simplemente como un conducto para posar de personajes de la Política".

Escuchar semejantes acusaciones no me deja más que un mal sabor; ese que le queda a uno después de saber que los acercamientos entre ambas partes son hechos de mala gana, como para salir del paso y hacer ver a la otra parte como el 'malo' -y no digo que las Farc sean los buenos-, al que sólo le interesa sacar la mayor ganancia de tan desagradable situación. Valga la pena mencionar las declaraciones que hizo la senadora Piedad Córdoba en la última semana, en las que pedía -y con justa razón- que el gobierno nacional unificara posiciones al hablar de una "sinfonía de voces encontradas", de los ministros de relaciones exteriores y de agricultura, en torno al intercambio.

La pregunta que queda en el tintero es si realmente el gobierno intenta acercarse a las Farc para darle solución al tema de los secuestrados políticos, o si, en cambio, lo hace para sólo para sacarse la presión que ejerce sobre Uribe la comunidad internacional.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA MATA QUE NO MATA

A más de 15 años desde la muerte del capo de capos, Pablo Escobar en el tejado de una casa en el occidente de Medellín, Colombia muestra no haber aprendido las lecciones de una guerra perdida: la guerra contra el narcotráfico. Muestra de ello es que desde hace ya unos meses se viene escuchando en la radio una cuña en la que una dizque niña con dice con vocecita risible “no cultives la mata que mata”(?). Me molesta porque semejante tanto la niña como cuñita son falaces, idiotas, irresponsables e indolentes. Falaz porque ningún árbol, arbusto, fronda, ramaje, matojo, pasto, mata, maleza, o como quiera que le llame, mata. Realmente matan (y torturan, y despedazan) quienes quieren defender sus plantíos de esa mata, laboratorios en donde se la procesa y negocios por medio de los cuales se vende, tal y como lo hiciera Escobar en su tiempo y la guerrilla y paramilitares hacen actualmente. Basta con recordar las decenas de carros bomba que el Cartel de Medellín hizo explotar en la capital pa...

¿Uribe por tres o a la X?

En la última semana las toldas presidenciales han estado más agitadas que de costumbre. El choque de trenes entre la Casa de Nariño y la Sala Penal de la Corte Suprema de Justica ha sido uno de los motivos para que el circo uribista esté en plena función. La otra parte de la parafernalia montada en los últios días es, nada más, que para asegurar una segunda reelección de Álvaro Uribe para la Presidencia de la República. La mención de ésta última ha levantado ampolla en todos los colombianos que se puedan considerar demócratas, seguidores de las libertades que da la democracia en un utópico estado puro. La propuesta llega justo cuando el temblor político generado por la parapolítica se acerca al 'trono omnipotente' del Presidente. O sea, mientras se empieza a analizar los nexos -sólo los menciono, no los aseguro- entre Uribe y los supestamente desmovilizados grupos de autodefensa, cae del cielo, como si fuera perfectamente planeada, una propuesta para alargar el mandato de Uribe...

Persistir en la guerra

A quienes apoyamos la idea de terminar el conflicto armado por medio del diálogo y no a través de la sangre y las armas, no tienen que convencernos de que las Farc es una organización criminal. No es necesario que nos recuerden Bojayá, Mitú, El Nogal, Las Delicias y muchos hechos delictivos más para darnos cuenta de que no son las carmelitas descalzas. Partamos de allí entonces. Nadie medianamente sensato en el país sería capaz de olvidar la barbarie de la guerra, barbarie de la que las Farc es sólo una de los responsables. Quizá somos más conscientes del daño que implicó para nuestra sociedad más de 50 años de guerra y por ello nos oponemos al conflicto. No es necesario que nos recuerden las cuentas de la guerra: los más de 3.700 pueblos destrozados por las tomas guerrilleras; los 1 millón 100 mil niños víctimas; los cerca de 17 mil desaparecidos; los centenares de hombres y mujeres de la Fuerza Pública que han perdido la vida en las selvas del país; los cientos de campesi...