Ir al contenido principal

Volver

Los blogs son una especie riesgo de extinción. Yo que tengo ínfulas de dinosaurio, vuelvo por estos lares a quemar otro cartucho de pretendida novedad.

El retorno es un tema al que alguna vez hay que cantarle. Yo no le canto, lo dejo en la voz de Gardel.

La escritura ad honorem se hace con la esperanza ególatra de la posteridad. La muerte pesa con tal fuerza sobre nosotros que creemos que los pensamientos, tal vez por estar escritos, por reposar en algún lugar, merecen robarle un momento de la atención de los demás.

Entonces nos montamos en esta mentirita de la escritura para expresarnos; una forma civilizada de llamar la atención, de decir ‘mírenme’, de demostrarse que se es más.

Yo vengo acá a robar y a mentir. A robar tiempo y a mentirles diciéndoles que lo mío sí merece su atención porque yo sí tengo una verdad que merece ser considerada, que esta vez sí me entenderán. En últimas: que me regalarán un espacio en su memoria para no ser invisibilizado por el tiempo.

Ya se ha intentado el robo y la mentira con Twitter (al que me pueden seguir @AlexEMartinez), que por rápido es fugaz; con Pinterest que por colorido puede ser intrascendente; con Tumblr que puede ser muy novedoso pero que no cuaja en tierras hispanoparlantes.

Por eso vuelvo por acá, porque el asalto no se ha podido perpetrar en la brevedad del uno, el colorido del otro y el desuso de aquél, tal vez si pueda hablar largo y expresar las opiniones –los pensamientos, como dice el título del blog- de un ser más sobre esta tierra.

A usted que ha leído esta carta de intensiones, muchas gracias así no vuelva por acá. Si retorna, como espero hacerlo con juicio a este blog, se lo agradeceré mucho más.

Comentarios

Entradas populares de este blog

LA MATA QUE NO MATA

A más de 15 años desde la muerte del capo de capos, Pablo Escobar en el tejado de una casa en el occidente de Medellín, Colombia muestra no haber aprendido las lecciones de una guerra perdida: la guerra contra el narcotráfico. Muestra de ello es que desde hace ya unos meses se viene escuchando en la radio una cuña en la que una dizque niña con dice con vocecita risible “no cultives la mata que mata”(?). Me molesta porque semejante tanto la niña como cuñita son falaces, idiotas, irresponsables e indolentes. Falaz porque ningún árbol, arbusto, fronda, ramaje, matojo, pasto, mata, maleza, o como quiera que le llame, mata. Realmente matan (y torturan, y despedazan) quienes quieren defender sus plantíos de esa mata, laboratorios en donde se la procesa y negocios por medio de los cuales se vende, tal y como lo hiciera Escobar en su tiempo y la guerrilla y paramilitares hacen actualmente. Basta con recordar las decenas de carros bomba que el Cartel de Medellín hizo explotar en la capital pa...

¿Uribe por tres o a la X?

En la última semana las toldas presidenciales han estado más agitadas que de costumbre. El choque de trenes entre la Casa de Nariño y la Sala Penal de la Corte Suprema de Justica ha sido uno de los motivos para que el circo uribista esté en plena función. La otra parte de la parafernalia montada en los últios días es, nada más, que para asegurar una segunda reelección de Álvaro Uribe para la Presidencia de la República. La mención de ésta última ha levantado ampolla en todos los colombianos que se puedan considerar demócratas, seguidores de las libertades que da la democracia en un utópico estado puro. La propuesta llega justo cuando el temblor político generado por la parapolítica se acerca al 'trono omnipotente' del Presidente. O sea, mientras se empieza a analizar los nexos -sólo los menciono, no los aseguro- entre Uribe y los supestamente desmovilizados grupos de autodefensa, cae del cielo, como si fuera perfectamente planeada, una propuesta para alargar el mandato de Uribe...

Persistir en la guerra

A quienes apoyamos la idea de terminar el conflicto armado por medio del diálogo y no a través de la sangre y las armas, no tienen que convencernos de que las Farc es una organización criminal. No es necesario que nos recuerden Bojayá, Mitú, El Nogal, Las Delicias y muchos hechos delictivos más para darnos cuenta de que no son las carmelitas descalzas. Partamos de allí entonces. Nadie medianamente sensato en el país sería capaz de olvidar la barbarie de la guerra, barbarie de la que las Farc es sólo una de los responsables. Quizá somos más conscientes del daño que implicó para nuestra sociedad más de 50 años de guerra y por ello nos oponemos al conflicto. No es necesario que nos recuerden las cuentas de la guerra: los más de 3.700 pueblos destrozados por las tomas guerrilleras; los 1 millón 100 mil niños víctimas; los cerca de 17 mil desaparecidos; los centenares de hombres y mujeres de la Fuerza Pública que han perdido la vida en las selvas del país; los cientos de campesi...