En medio de un maremágnum de teléfonos inteligentes, redes sociales y aplicaciones útiles hasta para vender un riñón a través del internet, fuimos cavando la fosa en la que ahora enterramos la privacidad. El País/AP . En un suicida arrebato de valentía, Edward Snowden , otro de los hijos de esta revolución tecnológica que podríamos llamar también revolución nerd, nos despertó del sueño tecnológico en que nos habíamos metido abusando de nuestra inocencia con una cachetada de realidad. Según reveló Snowden a The Guardian y The Washington Post , la otrora misteriosa NSA y el FBI tuvieron acceso los servidores de Facebook, Google, Apple, Twitter, entre otros gigantes de Silicon Valley con el fin de monitorear los movimientos y contactos de los usuarios. No es la primera vez que vemos la cara fea de Estados Unidos ( ya habíamos visto parte de ella con los cables filtrados por Bradley Manning a Wikileaks) pero tal vez necesitábamos un baldado de agua fría para enterarnos de que